viernes, 18 de diciembre de 2009

Más vale nunca que tarde (Algunas reflexiones acerca del cambio en el Congreso)


Todos los que estamos de un modo u otro dentro del proyecto nacional y popular que conduce este Gobierno solemos tener que enfrentarnos con nuestras propias contradicciones. Escuchamos a menudo frases como “qué difícil es a veces defender a este Gobierno”.
Es cierto, hemos cometido innumerables errores políticos.
Es cierto, nos corren por derecha y por izquierda.
Es cierto, todo lo que hicimos pudo haberse hecho mejor.
Nuestros amigos y compañeros del progresismo y de la izquierda (por designarlo de algún modo más o menos aceptable) suelen achacarnos como argumento todo lo que se podría haber hecho y no se hizo para distribuir la riqueza, lograr más justicia social e inclusión, es decir, por no haber ido a fondo con ciertas reformas como: la renta financiera, el tema del petróleo, la minería a cielo abierto, la política con respecto al transporte, la sociedad con los sectores más conservadores del PJ. Tampoco se privan de enumerarnos los casos de corrupción dentro del Gobierno, el INDEC, el tema del juego, el pago de la deuda, entre muchos otros. Y por supuesto, nos duele esa crítica que apunta al corazón de nuestras contradicciones.
¿Quién no tiene a veces la tentación (tranquilizadora de conciencias culposas) de pertenecer a esa izquierda que se puede dar el lujo de sostener las mejores ideas, las más revolucionarias, limpia de toda mácula y sospecha?
Por otra parte, la derecha nos reprocha por la estatización de Aerolíneas, la democratización de los medios de comunicación, la política de derechos humanos, la reforma de las Fuerzas Armadas, el enfrentamiento con los sectores más poderosos de la economía (bajo el eufemismo de los “sectores productivos” u otros similares), con la Iglesia, la alianza con Chávez. Es decir, nos reclaman por haber ido demasiado lejos con las reformas.
Casi todos coinciden en afirmar que este Gobierno no dialoga y no construye consensos. Esa es una de sus frases preferidas, junto con la “crispación”, la “división” y otras parecidas. Y coinciden en que hay que dotar a la Nación de “mayor institucionalidad”. Se sostiene tranquilamente esto, toda vez que un proyecto del PE es presentado al Parlamento para ser debatido por las fuerzas con representación democrática que allí se expresan. Se sostiene livianamente que la Argentina está aislada, mientras la Presidenta de la Nación recorre el mundo, es bien recibida, tiene protagonismo en organismos internacionales, cierra acuerdos comerciales y financieros, fija postura y en materia de política internacional junto con otros presidentes de América Latina.
Y dentro de nuestro propio espacio, muchos coincidimos en que, aun en las cosas que hicimos bien, el modo no fue el mejor.
Y de paso, Clarín entró en competencia con la Barcelona y los guiones en clave de parodia patética de Capusotto y Saborido son superados por los de Aguad, Carrió, Solá, De Narváez, Pino Solanas, Macaluse, mientras se matan por la repartija de cargos. Mientras tanto, en un artículo publicado ayer en el diario Página 12 con la firma de Carlos Raimundi, Emilio García Méndez y Oscar Belbey (del partido Solidaridad e Igualdad, ex ARI, sí, el mismo que en el Congreso nuevo se alía con el PRO), estos se interrogan acerca de si “¿Es posible alcanzar objetivos legítimos, coherentes con las posiciones de un centroizquierda democrático sin reparar en las alianzas para lograrlo?”

Lo que yo sí sé
Lo que yo sé es que, como nací en los setenta, pertenezco a una generación que creció durante la Dictadura. Sin derechos, con represión y exterminio. Y también recuerdo que amigos y conocidos de mis padres, y padres y familiares de mis amigos, fueron liquidados o se fueron al exilio. Y los hermanos de mis amigas fueron a Malvinas.
Una generación que apostó entusiasmada a la democracia que prometía, por boca de Alfonsín (que ganó con el 51, 7 % de los votos), educación, trabajo y salud (“se come, se educa, se cura”) y nos dejó la Obediencia Debida, el Punto Final, la hiperinflación y la masacre de La Tablada. Pero Alfonsín no fue un demonio, encarnó un gobierno débil y pletórico de contradicciones, en una etapa muy difícil del país y sus políticas se ejecutaron con consenso y diálogo: así se firmó el pacto de Olivos, se renunció a la justicia y a la memoria, a la mentada “paz social” y a los salarios dignos para los trabajadores. Y recuerdo que fue golpeado tanto por los monopolios mediáticos cuanto por la SRA y sus aliados y no terminó su mandato.
Por supuesto, en esos años, hubo fuerzas políticas —dentro y fuera del Gobierno—que resistieron y lucharon.
Sé también que transcurrimos gran parte de nuestra juventud con la política neoliberal y privatizadora del menemismo, que contó con el aval, en general y con honrosas excepciones, de los dos grandes partidos políticos y de amplios sectores de la sociedad. Pero Menem (que ganó con el 47, 5 % de los votos en 1989 y el 49, 9 % en 1995) no estuvo solo. Con consenso y diálogo se vendió el país, se dejó en la miseria a millones de compatriotas, se terminó de desarticular el sistema educativo, el de salud, la seguridad social, el trabajo.
Desde ya, en esos años, también hubo fuerzas políticas —dentro y fuera del Gobierno— que resistieron y lucharon.
Después vino la Alianza (que ganó con el 48 % de los votos). Sectores de la centroizquierda y del peronismo, se aliaron con la UCR y se terminó de rematar lo que había dejado Menem inconcluso. Se le quitó el 13 % a los jubilados, congeló salarios, retuvo los ahorros de la clase media (los ricos, en general, ya habían salvado sus divisas girándolas fuera del país, como hacen siempre). Y, aunque ya casi nadie lo mencione, provocó la masacre del 19 y 20 de diciembre.
Desde ya, en esos años, también hubo fuerzas políticas —dentro y fuera del Gobierno—que resistieron y lucharon.
Después, vinieron varios presidentes en pocos días. Y luego Duhalde. Todos ellos llegaron al poder en medio de la peor crisis institucional y económica desde el 83. A ninguno de ellos los votamos y fueron puestos por acuerdos políticos, con diálogo y consenso parlamentario (de aquel mismo parlamento que integraban varios legisladores que operaba con la Banelco).
Y para mi generación, esos fueron los años del exilio económico hacia fuera del país, para los que ya habían perdido los sueños, la esperanza y el trabajo pero tenían para pagar un pasaje. Y del exilio, hacia fuera del sistema, para los millones que habían perdido todo eso pero no tenían siquiera un pasaje ni un destino. Muchos de mis amigos emigraron. Los patacones, los Lecop y los saqueos a los hipermercados. Duhalde ordenó algunas cuentas, con Lavagna, condonó las deudas de los grandes grupos por medio de la devaluación, pero la economía parecía dar un pequeño respiro y la clase media se tranquilizó un poquito, se implementaron los Planes Jefas y Jefes. Y llegó la matanza de Kosteki y Santillán.
Cuando Menem se bajó del ballotage, subió Néstor Kirchner, que había obtenido solo el 22 % de los votos. La economía empezó a crecer. Año tras año. Los salarios a subir, en el marco de los acuerdos paritarios. La mayor parte de las medidas que tomó su gobierno, y luego el de Cristina Fernández, que ganó con el 44, 9 %, fueron elevados como proyectos de ley al Congreso de la Nación. Eso es institucionalidad.

Lo que hizo este Gobierno (para muestra no basta un botón)
[fuente en este punto:

[1] Fuente: http://buenosairesperonista.blogspot.com/2009/04/logros-k.html]


- Más de 5 años de crecimiento sostenido a un promedio superior al 8,5% anual (el período más largo de crecimiento de los últimos 100 años).
- Equilibrio macroeconómico en el área fiscal y externa: Superávit gemelos inéditos: superávit primario de 3% del PIB en promedio y un saldo positivo en la cuenta corriente de la balanza de pagos, que promedió un 4,8% del producto.
- El superavit fiscal se mantuvo a lo largo de 5 años en torno al 3,2% del PBI. En octubre de 2008 creció 20% respecto a igual mes del año anterior. Mientras en casi todo el mundo, crecía escandalosamente el desempleo y desaparecían las fuentes de financiamiento, debido a la crisis internacional. Frente a esta crisis:
- Plan de Obras Públicas: 110 mil millones de pesos que provocará un aumento de trabajadores ocupados, que irá de los 400 mil actuales a 780 mil.
- Moratoria impositiva y previsional y repatriación de capitales.
- $13.200 millones para un plan de incentivo a la producción, la inversión, el trabajo, el empleo y el consumo.
- $3.100 millones para impulsar el sector automotriz y la compra de autos.
- Creación del Ministerio de la Producción.
- Sector agropecuario: reducción en la alícuota de retenciones del trigo y el maíz en cinco puntos porcentuales y $1700 millones para refinanciación de exportaciones y capital de trabajo.
- Plan de créditos para turismo; planes de crédito para el consumo y acuerdos de precios para productos navideños con supermercados.
- Plan de Renovación del Parque Automotor de Taxis
- Eliminación de la “tablita de Machinea”.
- Tipo de cambio real competitivo y estable que favoreció la producción y el empleo.
- Reservas internacionales: Nivel récord. Pasaron de U$S 14.000 millones en el 2003 a U$S más de U$S 50.000 millones en el 2008 y se mantienen por encima de los U$S 46.000 millones.
- Se duplicaron las exportaciones y se diversificó su composición. En el 2007 superaron los U$S 55.000 millones y de enero a octubre de 2008 alcanzaron u$s 61.169 millones, un 37% más que en igual período de 2007. La balanza comercial fue superavitaria en u$s11.362 millones.
- La recaudación alcanzó máximos históricos.
- Más inversión. En el 2007 superó el 23% del PBI. La inversión pública creció a tasas anuales superiores al 50% y el 2008 fue record en materia de porcentaje de PBI en inversión pública. En el 2008 se incrementó
- Desendeudamiento. La Argentina salió del default reestructurando su deuda por más de U$S 67.000 millones y canceló la deuda con el FMI. La deuda externa que en el 2003 representaba el 130% del PBI hoy es inferior al 50% del PBI.
- - Se presentó un plan para cancelar la deuda con el club de París y con los hold outs.
Producción
- La industria fue el motor de la recuperación. Creció por 5 años ininterrumpidos. En el 2008 siguió creciendo: en los primeros diez meses registró un crecimiento acumulado del 5,9% en comparación con el año anterior.
- La construcción ha sido el sector más dinámico de la economía en los últimos años.
- La producción de automóviles pasó de 160.000 unidades en el 2003 a 540.000 en el 2007.
- Recuperación de las economías regionales.
- Se lanzaron planes para fomentar la producción local de motocicletas y motopartes.
- Creación del Ministerio de la Producción.

Empleo
- Reducción de la desocupación a menos de un dígito por primera vez después de más de 13 años, pasando del 20,4% en el 2003 al 7,8% en el 2008. Hace 8 trimestres que está por debajo del 10%.
- Creación de empleo de mayor calidad y lucha contra el trabajo no registrado

Política de Ingresos
- El salario mínimo que era en 2003 de $360 se elevó a $1.240 en el 2008.
- Asignaciones Familiares: Desde el 2003 aumentaron más del 100 por ciento. En el 2008 se aumentó el 50% de las asignaciones por matrimonio, nacimiento y adopción y 35% en el valor de las Prestaciones y cambio en los valores de la escala de hijo, prenatal, hijo discapacitado y cónyuge.
- Asignación universal por hijo.


Pobreza e Indigencia

- La pobreza se redujo de casi el 55% en el 2003 al 17,8% en el primer semestre de 2008.
- La indigencia que alcanzaba al 27,7% de las personas es hoy del 5,1%.


Jubilaciones y Sistema Previsional
- 12 aumentos de jubilaciones: un 360% pasando de $200 a más de $690 que llega a $700 con el subsidio de PAMI.
- A fin de este año los jubilados y pensionados recibirán una suma fija excepcional y por única vez por 200 pesos.
- Se estableció la Movilidad jubilatoria para calcular los futuros aumentos.
- Se eliminó el sistema de capitalización y se creó el SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL ARGENTINO.

Intervención del PAMI
- Mejoras en las prestaciones y aumento de la cobertura, importante ahorro y recuperación de recursos.
- Subsidio para los afiliados con jubilación o pensión de un monto inferior a los $600 pesos
- Entrega gratuita de medicamentos para afiliados


Educación
- Ley de Financiamiento Educativo: se estableció un aumento progresivo de la inversión en educación hasta alcanzar el 6% del PBI. Ya llegamos al 5,2% del PBI en el 2007.
- El presupuesto universitario se duplicó.
- El salario de maestro de grado se triplicó
- Se construyeron mas de 400 escuelas.
- Restitución del régimen jubilatorio para científicos y docentes.
- Ley de Educación Técnica

Justicia y Calidad Institucional
- Renovación e independencia de la Corte Suprema. Nuevo sistema para selección de los jueces, reducción de la cantidad de sus miembros
- Modificación del Consejo de la Magistratura para incrementar su transparencia eficiencia y agilidad.
- Reglamentación, luego de trece años de sancionada la reforma de 1994, los decretos de necesidad y urgencia, decretos delegados y veto parcial.


Reestatizaciones

- Aysa. Ante incumplimientos reiterados, se rescindió el contrato de Aguas Argentinas y se creó la empresa nacional AYSA.
- Correo Argentino.
- Thales Spectrum: El Estado recuperó el control del espacio radioeléctrico.
- Aerolíneas Argentinas
- Tandanor.
- Ex area Material Córdoba.
- Creación de ENARSA.
- Yacimientos Carboníferos Río Turbio.
- Recuperación del 30% de Aeropuertos Argentina 2000.
- Rescisión contratos de concesión de algunos ferrocarriles por incumplimientos. (Metropolitano S.A. en el ramal del ferrocarril San Martín y la ex Línea Roca y Belgrano Sur)
- AFJP
- Incremento capital argentino en Repsol-YPF


Recuperación de la Industria Naval

- Por la dinamización de la industria naval desde el año 2003 la actividad del sector se incrementó del 30% al 75% y fueron construidos y reconstruidos en astilleros nacionales, 51 unidades que se incorporaron a la Matrícula Nacional.
- Se reabrió el Astillero Río Santiago.
- Se recuperó Tandanor.

Derechos Humanos
- Comenzaron los juicios por violaciones de los derechos humanos y se produjeron las primeras condenas.
- La Argentina adhirió a la convención sobre imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de lesa humanidad.
- Se estableció el 24 de marzo como el Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
- Se creó el MUSEO DE LA MEMORIA – ESMA y el ARCHIVO NACIONAL DE LA MEMORIA así como la unidad especial de investigación de la desaparición de niños.
- Se les asignó reparación a hijos de desaparecidos, de las victimas del 19 y 20 de diciembre del 2001 y de las que fallecieron entre el 9 y el 12 de junio de 1956.
- Participación en el rescate humanitario de los rehenes de las FARC.

Obra Pública
- La inversión en obras públicas representa diez veces más de lo que fue ejecutado en el 2002.
- El nivel de actividad en el sector vial alcanzó el máximo histórico producto de las inversiones públicas y privadas.
- Construcción de autopistas: 2.400 nuevos km de importancia estratégica para la integración territorial.
- Construcción de escuelas

Energía
- Plan Energético Nacional 2004 - 2008, con una inversión prevista de más de $27.400 millones.
- Elevación cota de Yacyretá a 78 metros sobre el nivel del mar, adicionando 350 megavatios de generación
- Creación de ENARSA
- Plan de Reactivación Nuclear
- Plan Petróleo Plus y Gas Plus para incentivar la producción
- Río Turbio: Reinició sus actividades el Yacimiento Carbonífero Río Turbio
- Acuerdos con Petrobras para exploración offshore

Política Exterior
- Integración latinoamericana. Participación activa en foros regionales (Grupo de Río).
- Participación en el rescate humanitario de los rehenes de las FARC y en misiones humanitarias en la región.
- Reafirmación del multilateralismo en defensa de los intereses nacionales. Participación en el G20 y en la ronda de Doha.
- Fortalecimiento del MERCOSUR. Nuevos miembros.
- Creación UNASUR
- Creación Banco del Sur
- Fortalecimiento relación con Brasil: eliminación del dólar en el comercio bilateral.
- Intensificación relaciones comerciales con países del Hemisferio Sur
Defensa
- Luego de dieciocho años de demora, se reglamentó la Ley de Defensa Nacional
- Se incorporó la problemática de los derechos humanos en la formación de las Fuerzas Armadas.
- Se adecuaron las condiciones de ingreso y permanencia a las Fuerzas eliminando requisitos discriminatorios.
- Se derogó el Código de Justicia Militar.

La nueva Argentina
Respeto a quienes están en desacuerdo con estas políticas. Por derecha y por izquierda.
Incluso a mis amigos y compañeros que pudieron regresar al país y conseguir trabajo. Que sacaron créditos y compraron casas y autos. Que se resisten a poner en blanco a sus empleadas domésticas pero no a emplearlas y que, a su vez, reniegan cuando alguno de sus derechos laborales se pone en peligro. Que ahora tienen obra social para ellos y sus hijos. Que les molestan la voz, la cara y las carteras de la Presidenta de la Nación. Que atrás del conflicto con el campo sólo ven la torpeza política del Gobierno y no se hacen cargo de que no se puede meter la mano en el bolsillo a los grandes pooles sin entrar en guerra. Que le reprochan al Gobierno no haber roto antes con Clarín por especulación y, en consecuencia, más vale nunca que tarde. Que están hartos de la corrupción y quieren acabar con la “vieja política”, y votan a los profetas de la mano dura, los negociados y las alianzas tradicionales y reaccionarias.
Me parece muy bien que en nombre de otro proyecto participen, den la batalla electoral e intenten ganar el poder legítimamente.
Me parece auspicioso que la misma dirigencia que con diálogo y consenso construyó y participó de los gobiernos de Alfonsín, de Menem, de De la Rúa y de Duhalde, pueda ahora ofrecernos un modelo superador de aquello y del kirchnerismo. Siempre pueden señalarnos que muchos de los que estamos en este espacio tenemos también una historia que nos enorgullece y otra de enormes y profundos desaciertos, al igual que ellos. Debe haber pocas cosas tan sencillas —y cómodas—en política como criticar a un gobierno en ejercicio.
También, desde ya, hay dirigentes nuevos e históricos que no han sido responsables de los errores y portan autoridad moral para sostener sus ideas. No todos son iguales, pero tampoco todos tan diferentes, al menos, si se analiza la política vaciándola de la conflictividad que conlleva por su propia naturaleza, y se desconoce que los antagonismos son constitutivos de ésta. Eso no es ingenuidad, es complicidad. No se puede ser “neutro” en política.
Hasta ahora no escuché a ninguno de los que ayer en el Congreso de la Nación conformaron la nueva alianza de la derecha que nos explique cómo va a corregir los errores del kirchnerismo. Más bien lo que observé fue la soberbia y el autoritarismo de los que hoy se sienten vencedores y el deseo, descarado y sobreactuado, de hacernos morder el polvo y vernos de rodillas. Y vi más de venganzas, rencores y especulaciones personales que de propuestas de cambio.
Ni en lo que refiere a los modos de construcción política, ni en lo que refiere a proyecto económico, social, educativo, de salud. Parte de la centroizquierda que quiere ir por más, como muchos de nosotros, no estuvo al lado nuestro con la 125, ni con la estatización de las AFJP, ni con Aerolíneas. ¿Cómo van a hacer, con una representatividad política y social en el nivel nacional de un….—¿0, 3 %?—para enfrentarse solos a los núcleos duros del poder económico si no apoyaron al único gobierno que lo ha intentado?
El camino que eligieron varios de ellos ayer en el Congreso de la Nación, junto con Macri, con Aguad, con Carrió, con Patricia Bullrich, con Julio Cobos, con De Narváez, con Felipe Solá, con Juanjo Alvarez, con Roy Cortina, con los dirigentes de la CRA, la SRA y la Federación Agraria, no parece el paso más inteligente para construir la revolución. Todos ellos han hablado de institucionalidad y han prometido en la campaña de 2008 que a partir del 10 de diciembre llegaba la nueva argentina. Y tenían razón.
Como si con la memoria no alcanzara, apenas tuvieron mayoría parlamentaria nos ofrecieron una pequeña muestra de lo que ellos entienden por democracia, república y respeto por las instituciones: iniciaron una vergonzosa y vergonzante acción golpista-revanchista, arrasando con toda la tradición parlamentaria de la democracia, con los “valores de la República”, la “institucionalidad” y el respeto por la primera minoría parlamentaria que nosotros, el pueblo, pusimos allí.
Porque, vaya vaya, cuando afirman que a ellos los pusieron ahí para hacer esto, mediante el voto, se olvidan de decir que la mayoría del pueblo puso en el Ejecutivo al FPV hasta el 2011 y a sus diputados y diputadas, que son la primera minoría, para que sostenga las políticas de este Gobierno. ¿Valen más los votos del 2009 que los del 2007 y los de ellos que los nuestros? Que lo digan. Que blanqueen que trabajan por una República de Iguales (a ellos).
No creo exagerar al decir que casi la mitad de los legisladores de esta nueva alianza que nadie sabe si durará más de cinco minutos, entraron al Congreso por la lista del FPV, al igual que Cobos. Si no estaban/están de acuerdo con el Gobierno, ¿por qué no han renunciado? ¿Por qué han defeccionado de ese otro mandato que les dimos los votantes? (les recomiendo entrar a la página del Congreso y mirar cada bloque, cómo está constituido y cuándo y por qué partido ingresaron sus legisladores). Está bien que ellos defeccionen, pero es un escándalo si alguno quiere regresar.
Algo me dice que ellos han elegido construir una nueva derrota para el campo nacional y popular, tan rotunda que si llega a imponerse, cuando se escriba la historia de estos tiempos, podrá decirse que ese grupo A que ayer conformaron, era el grupo de los que sostenían que para una patria justa, libre y soberna, más vale nunca que tarde.

Cintia Rogovsky
4 de diciembre de 2009


Imagen: Francisco de Goya, serie Los caprichos de la guerra, en http://www.arteinformado.com/documentos/eventos/21801/Francisco_de_Goya.jpg

Muros materiales, muros bacteriológicos*

Artíuclo publicado en http://www.adrianapuiggros.com.ar/ver_recomendados.php?id=276

Como los consumidores que inundan la sociedad norteamericana, los inmigrantes, los refugiados, los desempleados, los sin techo, los pobres, la juventud y los discapacitados, están relegados a una zona fronteriza de invisibilidad creada por una combinación de desigualdad económica, racismo, colapso del Estado de Bienestar y la brutalidad de una sociedad militarizada, todo lo cual “designa y constituye una cadena de producción de poblaciones superfluas y residuos humanos” (Bauman, 2004, 6). (Giroux, Henry, “Neoliberalismo y política de disponibilidad” 1)



En una vieja película de John Carpenter, inscripta en el género de terror pero con elementos de ciencia ficción, Príncipe de las Tinieblas (Prince of Darkness, 1987), el director (que es también el guionista) retoma una antigua tradición gnóstica cristiana que sostenía que el Mal era un ente material y no simbólico, así como se fundaba en la tesis de que el mundo material había sido creado por el Mal, ya que la materia en sí misma es considerada algo corrupto y corrompible. El argumento del filme era que la Iglesia había ocultado durante siglos la existencia de una sustancia líquida verdosa, contenida en un recipiente hermético, que era la esencia misma del Mal. Tras la repentina muerte del sacerdote que custodiaba este secreto en una vieja iglesia de Los Ángeles, un grupo de científicos y religiosos se instala en el edificio para investigar la extraña sustancia allí escondida.

Casi podríamos inferir, un poco caprichosamente, que el Mal pertenece al mismo orden biológico de las bacterias y los virus: extraños, microscópicos (invisibles para el ojo y gran parte del conocimiento humano, incluso médico y científico), mutables, ingobernables y sumamente dañinos.

En esta misma línea de libre asociación puede evocarse gran parte de la literatura y el cine de ciencia ficción, empezando quizá por Frankestein. Es decir, un mundo que vive en la ilusión de un orden que en realidad oculta las manipulaciones con las que un grupo reducido de poderosos (que podemos llamar el Mal, las Corporaciones, el Capital, el Demonio, el Imperio, etcétera) digita ocultos mecanismos para controlar a la humanidad y dominarla a su antojo. Un mundo en el que, al mismo tiempo, el conocimiento asociado al orgullo, en el sentido de Mary Shelley o de Terminator, puede traer consecuencias fatales.

Más allá de los gustos estéticos personales acerca de estos géneros artísticos, es improbable que alguien sostenga con esa clase de argumentos análisis políticos o sociológicos sin temor a ser catalogado de loco paranoico, ingenuo y otros calificativos más humillantes. Ese temor no detuvo, sin embargo, al economista Walter Graziano para escribir Hitler ganó la guerra (Sudamericana, Buenos Aires, 2004), en el que el autor anticipa que:

Quien piense que muchos de los enormes problemas del mundo comenzarían a solucionarse si cambia el presidente de los Estados Unidos, se equivoca gravemente. El presidente actual no es otra cosa que la “punta del iceberg” de una complicada estructura de poder, urdida cuidadosamente durante mucho tiempo por una reducida élite de clanes familiares muy ricos, verdaderos propietarios en las sombras del petróleo, la banca, los laboratorios, las empresas de armas, las universidades y los medios de comunicación más importantes del mundo, entre otros sectores.[…] También [el lector] verá cómo manipula las democracias del mundo, utiliza las principales universidades norteamericanas y a sus intelectuales generando la ilusión de progreso científico a través de puro ideologismo falso y manipula los medios de comunicación para que las masas y las clases medias no se enteren de lo que realmente ocurre.

Sin pretender emular el conocimiento y, mucho menos, las sólidas investigaciones en las que se apoya Graziano, simplemente intentaré enumerar algunos hechos que sí conozco y son de dominio público, y algunos interrogantes que se me presentan frente a éstos:

1. VHI/SIDA: Africa, alea iacta est. El sida (causado por un microscópico virus, conocido como VHI) está acabando, hace décadas, con gran parte de la población más pobre del mundo, principalmente en África, sin que los laboratorios (ni los gobiernos de los países en los que éstos se hayan, principalmente Francia, Estados Unidos e Inglaterra) que fabrican las drogas indispensables para controlar los efectos nocivos de esta enfermedad estén dispuestos a colaborar con los enfermos, bajando, o incluso extinguiendo, los costos de esos cócteles. Estos laboratorios pertenecen supuestamente al mundo rico, occidental, cristiano y democrático que dice promover valores humanistas como la paz y los derechos humanos, principalmente el derecho a la vida, a través de diversas organizaciones (Naciones Unidas, OMS, UNICEF, Unión Europea).

Sin embargo, el afán de lucro y de enriquecimiento prevalece por sobre cualquier otro valor o sistema de valores. Por lo tanto, el sistema (capitalismo) aún en esta crisis actual, no “necesita” que esos millones de pobres, que no consumen ni participan de las redes productivas, sigan viviendo. Resulta bastante improbable que las recientes declaraciones del Papa Benedicto XVI en ese continente, respecto a la ineficacia del preservativo hayan sido inocentes.(2)

Pero, ¿de dónde salió el sida? ¿Y cómo es que el mundo científico, que ha sido capaz de desarrollar medicamentos para controlarlo (al menos cuando los enfermos tienen valor como productores o consumidores) no haya podido responder a esta pregunta? ¿Y por qué todavía no se ha inventado la vacuna?

2. Estado de bienestar y sistema inmunológico. No es descabellado pensar que durante las breves décadas en que en algunas regiones del mundo predominó algo llamado “Estado de bienestar” (con políticas públicas eficaces en materia sanitaria y estándares de dignidad en las condiciones de vida de la población de los países que tuvieron estos regímenes) los sistemas inmunológicos de los individuos estuvieron más fuertes para afrontar enfermedades que hoy se vuelven epidémicas cuando no pandémicas (dengue, gripe aviar, gripe porcina), a consecuencia de: el estrés, la contaminación, el cambio climático, el desarrollo de tecnologías e industrias nocivas para la salud en las sociedades (o grupos) más desarrolladas, por un lado, a los que se agregan la pobreza y las pésimas condiciones de higiene, nutrición y vivienda, en los sectores más desprotegidos.

3. Trabajo/Mercado y derechos políticos. Uno de los valores fundantes del Estado de bienestar radicaba en la consideración del trabajo: éste debía ser regulado por el Estado y no por el mercado; debía ser digno, solidario, individual y colectivo, ya que era condición de ciudadanía (como derecho y obligación del ciudadano). En esa concepción, sostenida tanto por la filosofía cristiana cuanto por diversas reinterpretaciones del marxismo (Arendt, entre otros), la condición humana implicaba la necesidad del trabajo, incluso más allá de las necesidades del mercado y la producción, que muy bien puede operar y generar riqueza (para pocos) prescindiendo de muchos empleos (y personas), siendo en tal caso más rentable subsidiar focalizadamente a los excluidos del sistema, para que mantengan, de paso, ese estatus.(3) En cambio, “la teoría neoliberal y su práctica dan lugar al reemplazo del contrato social con un contrato de mercado en el que los derechos políticos están estrictamente limitados, los derechos económicos están desregulados y privatizados, y los derechos sociales son reemplazados por el deber individual y la confianza en sí mismo.”(4)

¿Por qué se clausuró el Estado de bienestar? ¿Quiénes se beneficiaron con ello? ¿Quién se ha quedado con la parte de riquezas y excedentes que en ese sistema se distribuía un poco más equitativamente?

4 . Hambre y gula. La revolución científico-tecnológica en el siglo pasado ha hecho posible avances en la investigación y las ciencias incluso sobrecogedores: a diferencia de lo que ocurría en casi toda la historia humana, se producen alimentos más que suficientes para sostener a toda la población.(5) Sin embargo, la mayoría muere de hambre y de enfermedades asociadas a la pobreza, lo cual es en cierta forma un eufemismo comúnmente aceptado para no decir que la mayoría muere de hambre para que los poderosos se apropien de una renta cada vez mayor.

5 . Drogas y moléculas. Una de las industrias más desarrolladas y que mayor riqueza produce (junto con la energía y las armas) es la de los laboratorios, pero también la de la fabricación, distribución y comercialización (dentro y fuera de la ley) de drogas y sustancias, muchas de ellas adictivas y destructivas. Hemos asistido a desarrollos genéticos que bordean los límites de nuestros sistemas de valores del orden de la ética y/o la religión. Se “fabrican” o están por fabricarse, seres humanos a medida de las necesidades del consumidor (reponer órganos, “adquirir” hijos, tal vez mano de obra). Ninguna fantasía de la ciencia ficción (ni Orwell, ni Philip Dick) habían llegado tan lejos. A la vez, se financian en universidades y centros de investigación proyectos vinculados con, por ejemplo, las nanotecnologías, sin que al mismo tiempo se financien con el mismo énfasis líneas de investigación respecto de los efectos nocivos o contaminantes que la manipulación de la materia a nivel atómico y molecular pueda causar.

6 Muros materiales/muros bacteriológicos. Después del Consenso de Washington se levantaron nuevos muros materiales y simbólicos para que la invasión de los “bárbaros” a los centros del Imperio se morigerara. También se tomaron medidas complementarias como invasiones, guerras y asociaciones (ocultadas) entre un terrorismo legitimado por el poder político (para apropiarse de recursos energéticos y colocar en el mercado las armas y otros productos), y otro terrorismo complementario destinado a imponer, mediante el narcotráfico, formas químicas de dominación y exterminio de poblaciones que además, pagan por ello no sólo con la vida de sus hijos sino también con la riqueza que genera este comercio. Este último negocio, además, es doblemente redituable, ya que al mismo tiempo se destinan grandes recursos para “combatir” al narcotráfico, supuesto bajo el cual se hace posible también controlar a los países periféricos (y de paso, vender más armas y sistemas de “seguridad” a ambos bandos), como alguna vez se hizo con el supuesto combate a la “subversión”.

En estos días, el terror (una y otra vez fomentado en la televisión, Internet y demás medios) causado por la expansión de la llamada gripe porcina, casualmente, en México, da una nueva excusa, mucho más “civilizada” y digerible para el ciudadano bienpensante que las de Bush, para cerrar las fronteras del Norte a la invasión de latinos pobres, sucios, feos, malos y engripados. Al mismo tiempo, los ciudadanos del gran puerto argentino asisten, consternados, a la llegada del dengue a la capital. ¿Habrá que cerrar las fronteras a esos otros contaminados, chaqueños, salteños, jujeños? Aunque en un noticiero informan que la gripe porcina no discrimina ricos y pobres, radicales y peronistas (SIC), pareciera ser que no es tan cierto. Ni las condiciones de vida de la clase media y alta, ni los recursos económicos y sanitarios, ni las posibilidades de acceso (consumo) de medicamentos son iguales, por lo tanto, tampoco lo son las consecuencias de padecer una enfermedad.

7. “¡Ay de los vencidos!”(6) En los setenta y los ochenta, para imponer estas políticas, hubo que recurrir en muchas regiones como América Latina, a la imposición de dictaduras militares que mediante la persecución, represión y eliminación de la resistencia (varios genocidios), fortificaran las bases y la legitimidad del dios del capital y el libre mercado. Convencidos brutalmente de la derrota, muchos de estos pueblos fueron fácilmente permeables a la continuidad, en los noventa, ya con mecanismos legitimados y democráticos, de ese modelo. Más barato y más digerible para el mundo “civilizado” que los impresentables y brutos militares latinoamericanos.

¿Será que es más barato difundir virus y bacterias que invadir países? ¿Será que es redituable instalar la epidemia y luego poner a la venta en el mercado la vacuna, para quienes la puedan pagar? ¿Serán esas las famosas armas bacteriológicas que escondía Sadam Hussein?

Tras la nueva crisis del capitalismo, producto de la descontrolada ambición de la elite dominante, otra vez millones quedarán sin trabajo o deberán aceptar condiciones laborales infrahumanas para subsistir. Drogados, enfermos, denigrados y excluidos, será más sencillo controlarlos, controlar los efectos indeseables, acaso violentos, de quienes se resisten a ese lento genocidio del hambre, la mugre, la plaga y la injusticia.

Pero claro, si uno va a creer que el Mal se oculta en microscópicos virus y bacterias, es probable que le enchufen, si tiene obra social o plata para pagarlo, algún ansiolítico o un antidepresivo, tras diagnosticarlo como paranoico.

Cintia Rogovsky (28-4-09)



(1) Este artículo original ha sido enviado a la Dra. Adriana Puiggrós por el autor en 2007. Traducción: Nora Minuchin y Elvira Romera. Edición: Cintia Rogovsky. En http://www.adrianapuiggros.com.ar/

(2) De acuerdo a la Organización mundial de la Salud (OMS) “los datos más recientes que se dan a conocer hoy en la Situación de la epidemia de SIDA 2006 del ONUSIDA/OMS, se estima que actualmente viven con el VIH alrededor de 39,5 millones de personas. En 2006 se produjeron 4,3 millones de nuevas infecciones, de las cuales 2,8 millones (65%) correspondieron a África subsahariana y hubo importantes aumentos en Europa oriental y Asia central, donde se observan algunos indicios de que las tasas de infección han crecido en más del 50% desde 2004. En 2006, 2,9 millones de personas fallecieron como consecuencia de enfermedades relacionadas con el SIDA.”, en http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2006/aids.epidemic.update/es/index.html, sitio consultado 28 de abril de 2009.

(3) Calvez, Jean-Ives Calvez, Necesidad del trabajo. ¿Desaparición o redefinición de un valor?, Losada, Buenos Aires, 1997. Pag. 23 y sgtes.

(4) Giroux, Op. cit.,p. 2.

(5) “[al finalizar el siglo XII] a partir de la explotación de los siervos, los señores pudieron también apropiarse del excedente de esas tierras conquistadas. Estas grandes operaciones de roturación de los suelos modificaron no solo el paisaje y el ambiente sino también toda una mentalidad de la época. Comenzaron a extenderse las nuevas técnicas que permitían la producción cerealera característica de los siglos posteriores, como la mencionada roturación con herramientas perfeccionadas, la rotación de los cultivos y el consiguiente abono y roturación de las tierras en reposo. De este modo fue germinando en los hombres medievales la idea de que podía obtenerse una ganancia o renta de la naturaleza.”en Rogovsky, Cintia, “Tierra y Fuego”, revista Anales de la educación común,, dirigida por Adriana Puiggrós, Tercer siglo / año 3 / número 8 / Educación y ambiente / octubre de 2007,Publicación de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires,pp. 143 a 150

(6) Se atribuye esta expresión al jefe galo Breno, quien tras la derrota que infringió a los romanos en 390 a. C impuso durísimas condiciones y tributos. Zimmerman, Héctor, Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, Aguilar, Buenos Aires, 1999. P.35.