Todos los que estamos de un modo u otro dentro del proyecto nacional y popular que conduce este Gobierno solemos tener que enfrentarnos con nuestras propias contradicciones. Escuchamos a menudo frases como “qué difícil es a veces defender a este Gobierno”.
Es cierto, hemos cometido innumerables errores políticos.
Es cierto, nos corren por derecha y por izquierda.
Es cierto, todo lo que hicimos pudo haberse hecho mejor.
Nuestros amigos y compañeros del progresismo y de la izquierda (por designarlo de algún modo más o menos aceptable) suelen achacarnos como argumento todo lo que se podría haber hecho y no se hizo para distribuir la riqueza, lograr más justicia social e inclusión, es decir, por no haber ido a fondo con ciertas reformas como: la renta financiera, el tema del petróleo, la minería a cielo abierto, la política con respecto al transporte, la sociedad con los sectores más conservadores del PJ. Tampoco se privan de enumerarnos los casos de corrupción dentro del Gobierno, el INDEC, el tema del juego, el pago de la deuda, entre muchos otros. Y por supuesto, nos duele esa crítica que apunta al corazón de nuestras contradicciones.
¿Quién no tiene a veces la tentación (tranquilizadora de conciencias culposas) de pertenecer a esa izquierda que se puede dar el lujo de sostener las mejores ideas, las más revolucionarias, limpia de toda mácula y sospecha?
Por otra parte, la derecha nos reprocha por la estatización de Aerolíneas, la democratización de los medios de comunicación, la política de derechos humanos, la reforma de las Fuerzas Armadas, el enfrentamiento con los sectores más poderosos de la economía (bajo el eufemismo de los “sectores productivos” u otros similares), con la Iglesia, la alianza con Chávez. Es decir, nos reclaman por haber ido demasiado lejos con las reformas.
Casi todos coinciden en afirmar que este Gobierno no dialoga y no construye consensos. Esa es una de sus frases preferidas, junto con la “crispación”, la “división” y otras parecidas. Y coinciden en que hay que dotar a la Nación de “mayor institucionalidad”. Se sostiene tranquilamente esto, toda vez que un proyecto del PE es presentado al Parlamento para ser debatido por las fuerzas con representación democrática que allí se expresan. Se sostiene livianamente que la Argentina está aislada, mientras la Presidenta de la Nación recorre el mundo, es bien recibida, tiene protagonismo en organismos internacionales, cierra acuerdos comerciales y financieros, fija postura y en materia de política internacional junto con otros presidentes de América Latina.
Y dentro de nuestro propio espacio, muchos coincidimos en que, aun en las cosas que hicimos bien, el modo no fue el mejor.
Y de paso, Clarín entró en competencia con la Barcelona y los guiones en clave de parodia patética de Capusotto y Saborido son superados por los de Aguad, Carrió, Solá, De Narváez, Pino Solanas, Macaluse, mientras se matan por la repartija de cargos. Mientras tanto, en un artículo publicado ayer en el diario Página 12 con la firma de Carlos Raimundi, Emilio García Méndez y Oscar Belbey (del partido Solidaridad e Igualdad, ex ARI, sí, el mismo que en el Congreso nuevo se alía con el PRO), estos se interrogan acerca de si “¿Es posible alcanzar objetivos legítimos, coherentes con las posiciones de un centroizquierda democrático sin reparar en las alianzas para lograrlo?”
Lo que yo sí sé
Lo que yo sé es que, como nací en los setenta, pertenezco a una generación que creció durante la Dictadura. Sin derechos, con represión y exterminio. Y también recuerdo que amigos y conocidos de mis padres, y padres y familiares de mis amigos, fueron liquidados o se fueron al exilio. Y los hermanos de mis amigas fueron a Malvinas.
Una generación que apostó entusiasmada a la democracia que prometía, por boca de Alfonsín (que ganó con el 51, 7 % de los votos), educación, trabajo y salud (“se come, se educa, se cura”) y nos dejó la Obediencia Debida, el Punto Final, la hiperinflación y la masacre de La Tablada. Pero Alfonsín no fue un demonio, encarnó un gobierno débil y pletórico de contradicciones, en una etapa muy difícil del país y sus políticas se ejecutaron con consenso y diálogo: así se firmó el pacto de Olivos, se renunció a la justicia y a la memoria, a la mentada “paz social” y a los salarios dignos para los trabajadores. Y recuerdo que fue golpeado tanto por los monopolios mediáticos cuanto por la SRA y sus aliados y no terminó su mandato.
Por supuesto, en esos años, hubo fuerzas políticas —dentro y fuera del Gobierno—que resistieron y lucharon.
Sé también que transcurrimos gran parte de nuestra juventud con la política neoliberal y privatizadora del menemismo, que contó con el aval, en general y con honrosas excepciones, de los dos grandes partidos políticos y de amplios sectores de la sociedad. Pero Menem (que ganó con el 47, 5 % de los votos en 1989 y el 49, 9 % en 1995) no estuvo solo. Con consenso y diálogo se vendió el país, se dejó en la miseria a millones de compatriotas, se terminó de desarticular el sistema educativo, el de salud, la seguridad social, el trabajo.
Desde ya, en esos años, también hubo fuerzas políticas —dentro y fuera del Gobierno— que resistieron y lucharon.
Después vino la Alianza (que ganó con el 48 % de los votos). Sectores de la centroizquierda y del peronismo, se aliaron con la UCR y se terminó de rematar lo que había dejado Menem inconcluso. Se le quitó el 13 % a los jubilados, congeló salarios, retuvo los ahorros de la clase media (los ricos, en general, ya habían salvado sus divisas girándolas fuera del país, como hacen siempre). Y, aunque ya casi nadie lo mencione, provocó la masacre del 19 y 20 de diciembre.
Desde ya, en esos años, también hubo fuerzas políticas —dentro y fuera del Gobierno—que resistieron y lucharon.
Después, vinieron varios presidentes en pocos días. Y luego Duhalde. Todos ellos llegaron al poder en medio de la peor crisis institucional y económica desde el 83. A ninguno de ellos los votamos y fueron puestos por acuerdos políticos, con diálogo y consenso parlamentario (de aquel mismo parlamento que integraban varios legisladores que operaba con la Banelco).
Y para mi generación, esos fueron los años del exilio económico hacia fuera del país, para los que ya habían perdido los sueños, la esperanza y el trabajo pero tenían para pagar un pasaje. Y del exilio, hacia fuera del sistema, para los millones que habían perdido todo eso pero no tenían siquiera un pasaje ni un destino. Muchos de mis amigos emigraron. Los patacones, los Lecop y los saqueos a los hipermercados. Duhalde ordenó algunas cuentas, con Lavagna, condonó las deudas de los grandes grupos por medio de la devaluación, pero la economía parecía dar un pequeño respiro y la clase media se tranquilizó un poquito, se implementaron los Planes Jefas y Jefes. Y llegó la matanza de Kosteki y Santillán.
Cuando Menem se bajó del ballotage, subió Néstor Kirchner, que había obtenido solo el 22 % de los votos. La economía empezó a crecer. Año tras año. Los salarios a subir, en el marco de los acuerdos paritarios. La mayor parte de las medidas que tomó su gobierno, y luego el de Cristina Fernández, que ganó con el 44, 9 %, fueron elevados como proyectos de ley al Congreso de la Nación. Eso es institucionalidad.
Lo que hizo este Gobierno (para muestra no basta un botón)
[fuente en este punto:
[1] Fuente: http://buenosairesperonista.blogspot.com/2009/04/logros-k.html]
- Más de 5 años de crecimiento sostenido a un promedio superior al 8,5% anual (el período más largo de crecimiento de los últimos 100 años).
- Equilibrio macroeconómico en el área fiscal y externa: Superávit gemelos inéditos: superávit primario de 3% del PIB en promedio y un saldo positivo en la cuenta corriente de la balanza de pagos, que promedió un 4,8% del producto.
- El superavit fiscal se mantuvo a lo largo de 5 años en torno al 3,2% del PBI. En octubre de 2008 creció 20% respecto a igual mes del año anterior. Mientras en casi todo el mundo, crecía escandalosamente el desempleo y desaparecían las fuentes de financiamiento, debido a la crisis internacional. Frente a esta crisis:
- Plan de Obras Públicas: 110 mil millones de pesos que provocará un aumento de trabajadores ocupados, que irá de los 400 mil actuales a 780 mil.
- Moratoria impositiva y previsional y repatriación de capitales.
- $13.200 millones para un plan de incentivo a la producción, la inversión, el trabajo, el empleo y el consumo.
- $3.100 millones para impulsar el sector automotriz y la compra de autos.
- Creación del Ministerio de la Producción.
- Sector agropecuario: reducción en la alícuota de retenciones del trigo y el maíz en cinco puntos porcentuales y $1700 millones para refinanciación de exportaciones y capital de trabajo.
- Plan de créditos para turismo; planes de crédito para el consumo y acuerdos de precios para productos navideños con supermercados.
- Plan de Renovación del Parque Automotor de Taxis
- Eliminación de la “tablita de Machinea”.
- Tipo de cambio real competitivo y estable que favoreció la producción y el empleo.
- Reservas internacionales: Nivel récord. Pasaron de U$S 14.000 millones en el 2003 a U$S más de U$S 50.000 millones en el 2008 y se mantienen por encima de los U$S 46.000 millones.
- Se duplicaron las exportaciones y se diversificó su composición. En el 2007 superaron los U$S 55.000 millones y de enero a octubre de 2008 alcanzaron u$s 61.169 millones, un 37% más que en igual período de 2007. La balanza comercial fue superavitaria en u$s11.362 millones.
- La recaudación alcanzó máximos históricos.
- Más inversión. En el 2007 superó el 23% del PBI. La inversión pública creció a tasas anuales superiores al 50% y el 2008 fue record en materia de porcentaje de PBI en inversión pública. En el 2008 se incrementó
- Desendeudamiento. La Argentina salió del default reestructurando su deuda por más de U$S 67.000 millones y canceló la deuda con el FMI. La deuda externa que en el 2003 representaba el 130% del PBI hoy es inferior al 50% del PBI.
- - Se presentó un plan para cancelar la deuda con el club de París y con los hold outs.
Producción
- La industria fue el motor de la recuperación. Creció por 5 años ininterrumpidos. En el 2008 siguió creciendo: en los primeros diez meses registró un crecimiento acumulado del 5,9% en comparación con el año anterior.
- La construcción ha sido el sector más dinámico de la economía en los últimos años.
- La producción de automóviles pasó de 160.000 unidades en el 2003 a 540.000 en el 2007.
- Recuperación de las economías regionales.
- Se lanzaron planes para fomentar la producción local de motocicletas y motopartes.
- Creación del Ministerio de la Producción.
Empleo
- Reducción de la desocupación a menos de un dígito por primera vez después de más de 13 años, pasando del 20,4% en el 2003 al 7,8% en el 2008. Hace 8 trimestres que está por debajo del 10%.
- Creación de empleo de mayor calidad y lucha contra el trabajo no registrado
Política de Ingresos
- El salario mínimo que era en 2003 de $360 se elevó a $1.240 en el 2008.
- Asignaciones Familiares: Desde el 2003 aumentaron más del 100 por ciento. En el 2008 se aumentó el 50% de las asignaciones por matrimonio, nacimiento y adopción y 35% en el valor de las Prestaciones y cambio en los valores de la escala de hijo, prenatal, hijo discapacitado y cónyuge.
- Asignación universal por hijo.
Pobreza e Indigencia
- La pobreza se redujo de casi el 55% en el 2003 al 17,8% en el primer semestre de 2008.
- La indigencia que alcanzaba al 27,7% de las personas es hoy del 5,1%.
Jubilaciones y Sistema Previsional
- 12 aumentos de jubilaciones: un 360% pasando de $200 a más de $690 que llega a $700 con el subsidio de PAMI.
- A fin de este año los jubilados y pensionados recibirán una suma fija excepcional y por única vez por 200 pesos.
- Se estableció la Movilidad jubilatoria para calcular los futuros aumentos.
- Se eliminó el sistema de capitalización y se creó el SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL ARGENTINO.
Intervención del PAMI
- Mejoras en las prestaciones y aumento de la cobertura, importante ahorro y recuperación de recursos.
- Subsidio para los afiliados con jubilación o pensión de un monto inferior a los $600 pesos
- Entrega gratuita de medicamentos para afiliados
Educación
- Ley de Financiamiento Educativo: se estableció un aumento progresivo de la inversión en educación hasta alcanzar el 6% del PBI. Ya llegamos al 5,2% del PBI en el 2007.
- El presupuesto universitario se duplicó.
- El salario de maestro de grado se triplicó
- Se construyeron mas de 400 escuelas.
- Restitución del régimen jubilatorio para científicos y docentes.
- Ley de Educación Técnica
Justicia y Calidad Institucional
- Renovación e independencia de la Corte Suprema. Nuevo sistema para selección de los jueces, reducción de la cantidad de sus miembros
- Modificación del Consejo de la Magistratura para incrementar su transparencia eficiencia y agilidad.
- Reglamentación, luego de trece años de sancionada la reforma de 1994, los decretos de necesidad y urgencia, decretos delegados y veto parcial.
Reestatizaciones
- Aysa. Ante incumplimientos reiterados, se rescindió el contrato de Aguas Argentinas y se creó la empresa nacional AYSA.
- Correo Argentino.
- Thales Spectrum: El Estado recuperó el control del espacio radioeléctrico.
- Aerolíneas Argentinas
- Tandanor.
- Ex area Material Córdoba.
- Creación de ENARSA.
- Yacimientos Carboníferos Río Turbio.
- Recuperación del 30% de Aeropuertos Argentina 2000.
- Rescisión contratos de concesión de algunos ferrocarriles por incumplimientos. (Metropolitano S.A. en el ramal del ferrocarril San Martín y la ex Línea Roca y Belgrano Sur)
- AFJP
- Incremento capital argentino en Repsol-YPF
Recuperación de la Industria Naval
- Por la dinamización de la industria naval desde el año 2003 la actividad del sector se incrementó del 30% al 75% y fueron construidos y reconstruidos en astilleros nacionales, 51 unidades que se incorporaron a la Matrícula Nacional.
- Se reabrió el Astillero Río Santiago.
- Se recuperó Tandanor.
Derechos Humanos
- Comenzaron los juicios por violaciones de los derechos humanos y se produjeron las primeras condenas.
- La Argentina adhirió a la convención sobre imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de lesa humanidad.
- Se estableció el 24 de marzo como el Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
- Se creó el MUSEO DE LA MEMORIA – ESMA y el ARCHIVO NACIONAL DE LA MEMORIA así como la unidad especial de investigación de la desaparición de niños.
- Se les asignó reparación a hijos de desaparecidos, de las victimas del 19 y 20 de diciembre del 2001 y de las que fallecieron entre el 9 y el 12 de junio de 1956.
- Participación en el rescate humanitario de los rehenes de las FARC.
Obra Pública
- La inversión en obras públicas representa diez veces más de lo que fue ejecutado en el 2002.
- El nivel de actividad en el sector vial alcanzó el máximo histórico producto de las inversiones públicas y privadas.
- Construcción de autopistas: 2.400 nuevos km de importancia estratégica para la integración territorial.
- Construcción de escuelas
Energía
- Plan Energético Nacional 2004 - 2008, con una inversión prevista de más de $27.400 millones.
- Elevación cota de Yacyretá a 78 metros sobre el nivel del mar, adicionando 350 megavatios de generación
- Creación de ENARSA
- Plan de Reactivación Nuclear
- Plan Petróleo Plus y Gas Plus para incentivar la producción
- Río Turbio: Reinició sus actividades el Yacimiento Carbonífero Río Turbio
- Acuerdos con Petrobras para exploración offshore
Política Exterior
- Integración latinoamericana. Participación activa en foros regionales (Grupo de Río).
- Participación en el rescate humanitario de los rehenes de las FARC y en misiones humanitarias en la región.
- Reafirmación del multilateralismo en defensa de los intereses nacionales. Participación en el G20 y en la ronda de Doha.
- Fortalecimiento del MERCOSUR. Nuevos miembros.
- Creación UNASUR
- Creación Banco del Sur
- Fortalecimiento relación con Brasil: eliminación del dólar en el comercio bilateral.
- Intensificación relaciones comerciales con países del Hemisferio Sur
Defensa
- Luego de dieciocho años de demora, se reglamentó la Ley de Defensa Nacional
- Se incorporó la problemática de los derechos humanos en la formación de las Fuerzas Armadas.
- Se adecuaron las condiciones de ingreso y permanencia a las Fuerzas eliminando requisitos discriminatorios.
- Se derogó el Código de Justicia Militar.
La nueva Argentina
Respeto a quienes están en desacuerdo con estas políticas. Por derecha y por izquierda.
Incluso a mis amigos y compañeros que pudieron regresar al país y conseguir trabajo. Que sacaron créditos y compraron casas y autos. Que se resisten a poner en blanco a sus empleadas domésticas pero no a emplearlas y que, a su vez, reniegan cuando alguno de sus derechos laborales se pone en peligro. Que ahora tienen obra social para ellos y sus hijos. Que les molestan la voz, la cara y las carteras de la Presidenta de la Nación. Que atrás del conflicto con el campo sólo ven la torpeza política del Gobierno y no se hacen cargo de que no se puede meter la mano en el bolsillo a los grandes pooles sin entrar en guerra. Que le reprochan al Gobierno no haber roto antes con Clarín por especulación y, en consecuencia, más vale nunca que tarde. Que están hartos de la corrupción y quieren acabar con la “vieja política”, y votan a los profetas de la mano dura, los negociados y las alianzas tradicionales y reaccionarias.
Me parece muy bien que en nombre de otro proyecto participen, den la batalla electoral e intenten ganar el poder legítimamente.
Me parece auspicioso que la misma dirigencia que con diálogo y consenso construyó y participó de los gobiernos de Alfonsín, de Menem, de De la Rúa y de Duhalde, pueda ahora ofrecernos un modelo superador de aquello y del kirchnerismo. Siempre pueden señalarnos que muchos de los que estamos en este espacio tenemos también una historia que nos enorgullece y otra de enormes y profundos desaciertos, al igual que ellos. Debe haber pocas cosas tan sencillas —y cómodas—en política como criticar a un gobierno en ejercicio.
También, desde ya, hay dirigentes nuevos e históricos que no han sido responsables de los errores y portan autoridad moral para sostener sus ideas. No todos son iguales, pero tampoco todos tan diferentes, al menos, si se analiza la política vaciándola de la conflictividad que conlleva por su propia naturaleza, y se desconoce que los antagonismos son constitutivos de ésta. Eso no es ingenuidad, es complicidad. No se puede ser “neutro” en política.
Hasta ahora no escuché a ninguno de los que ayer en el Congreso de la Nación conformaron la nueva alianza de la derecha que nos explique cómo va a corregir los errores del kirchnerismo. Más bien lo que observé fue la soberbia y el autoritarismo de los que hoy se sienten vencedores y el deseo, descarado y sobreactuado, de hacernos morder el polvo y vernos de rodillas. Y vi más de venganzas, rencores y especulaciones personales que de propuestas de cambio.
Ni en lo que refiere a los modos de construcción política, ni en lo que refiere a proyecto económico, social, educativo, de salud. Parte de la centroizquierda que quiere ir por más, como muchos de nosotros, no estuvo al lado nuestro con la 125, ni con la estatización de las AFJP, ni con Aerolíneas. ¿Cómo van a hacer, con una representatividad política y social en el nivel nacional de un….—¿0, 3 %?—para enfrentarse solos a los núcleos duros del poder económico si no apoyaron al único gobierno que lo ha intentado?
El camino que eligieron varios de ellos ayer en el Congreso de la Nación, junto con Macri, con Aguad, con Carrió, con Patricia Bullrich, con Julio Cobos, con De Narváez, con Felipe Solá, con Juanjo Alvarez, con Roy Cortina, con los dirigentes de la CRA, la SRA y la Federación Agraria, no parece el paso más inteligente para construir la revolución. Todos ellos han hablado de institucionalidad y han prometido en la campaña de 2008 que a partir del 10 de diciembre llegaba la nueva argentina. Y tenían razón.
Como si con la memoria no alcanzara, apenas tuvieron mayoría parlamentaria nos ofrecieron una pequeña muestra de lo que ellos entienden por democracia, república y respeto por las instituciones: iniciaron una vergonzosa y vergonzante acción golpista-revanchista, arrasando con toda la tradición parlamentaria de la democracia, con los “valores de la República”, la “institucionalidad” y el respeto por la primera minoría parlamentaria que nosotros, el pueblo, pusimos allí.
Porque, vaya vaya, cuando afirman que a ellos los pusieron ahí para hacer esto, mediante el voto, se olvidan de decir que la mayoría del pueblo puso en el Ejecutivo al FPV hasta el 2011 y a sus diputados y diputadas, que son la primera minoría, para que sostenga las políticas de este Gobierno. ¿Valen más los votos del 2009 que los del 2007 y los de ellos que los nuestros? Que lo digan. Que blanqueen que trabajan por una República de Iguales (a ellos).
No creo exagerar al decir que casi la mitad de los legisladores de esta nueva alianza que nadie sabe si durará más de cinco minutos, entraron al Congreso por la lista del FPV, al igual que Cobos. Si no estaban/están de acuerdo con el Gobierno, ¿por qué no han renunciado? ¿Por qué han defeccionado de ese otro mandato que les dimos los votantes? (les recomiendo entrar a la página del Congreso y mirar cada bloque, cómo está constituido y cuándo y por qué partido ingresaron sus legisladores). Está bien que ellos defeccionen, pero es un escándalo si alguno quiere regresar.
Algo me dice que ellos han elegido construir una nueva derrota para el campo nacional y popular, tan rotunda que si llega a imponerse, cuando se escriba la historia de estos tiempos, podrá decirse que ese grupo A que ayer conformaron, era el grupo de los que sostenían que para una patria justa, libre y soberna, más vale nunca que tarde.
Cintia Rogovsky
4 de diciembre de 2009
Imagen: Francisco de Goya, serie Los caprichos de la guerra, en http://www.arteinformado.com/documentos/eventos/21801/Francisco_de_Goya.jpg